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El colgajo de músculo dorsal ancho (CDA) puede utilizarse para restaurar cualquier mama, de cualquier tamaño y a cualquier edad, aunque nosotros establecemos el límite a los 70 años, tanto en la reconstrucción inmediata como en la diferida. El volumen a obtener va a depender del tamaño de la prótesis que utilicemos, aunque existen modalidades del uso de este colgajo sin necesidad de prótesis, como veremos mas adelante. Así, se puede emplear:
A- Reconstrucción parcial de la mama tras cirugía conservadora : En estos casos, una vez realizada la cirugía oncológica ( tumorectomía), en lugar de realizar técnicas de deslizamiento-rotación del parénquima vecino, según se describe en otros capítulos, se confecciona el C.D.A. y se emplea para rellenar el defecto que había creado la cuadrantectomía, utilizando la isla de piel correspondiente para conseguir así el volumen de mama deseado. No es preciso ayudarnos de prótesis, pues el volumen lo proporciona el propio músculo, plegado sobre sí mismo hasta conseguir las dimensiones apropiadas. Este proceder tiene algunos inconvenientes, que son:
1.- Al tratarse de una cirugía conservadora tendremos que utilizar Radioterapia y es bien conocido el efecto adverso que tiene la irradiación sobre los tejidos, con fibrosis, retracciones, necrosis grasa, pigmentación, etc, que ocasionan un resultado cosmético deficiente.
2.- Si hubiera que ampliar márgenes y, sobre todo, una eventual mastectomía posterior, habríamos perdido la opción del C.D.A. como método reconstructor.
3.- Las cicatrices de la isla cutánea quedan en una zona determinada de la mama y, junto a la discromía de la isla, ofrecen un aspecto poco estético.
B.-Reconstrucción total de la mama exclusivamente con el C.D.A.: ( Dorsal ampliado): Esto es, sin utilizar prótesis. Introducido en 1987 por HOKIN y SILFVERSKIOLD. En esta opción debemos cosechar un dorsal ancho en toda su extensión, ampliado a tejido celular subcutáneo abundante; es decir, al obtener el colgajo, el plano de sección deberá ser por el tejido celular subcutáneo por encima de la fascia superficial del tórax ( al contrario de lo que sucede habitualmente) para recolectar, junto con el músculo dorsal seccionado a nivel de la inserción en la cresta ilíaca , una cantidad considerable de grasa.
Esto nos permite hacer la neomama enrollando este material sobre si mismo y así conseguir la proyección y tamaño deseado. El procedimiento se ve favorecido por la tendencia actual de la mastectomía ahorradora de piel; es decir, la mayor parte del colgajo estará recubierta por la piel original y eso ayuda mucho a mejorar la estética de la reconstrucción. El inconveniente fundamental consiste en que podremos “fabricar” únicamente mamas de pequeño- mediano volumen. Otro aspecto desfavorable consiste en que el contorno de la neomama, incluso habiendo utilizado la mastectomía ahorradora de piel, no queda uniforme y su efecto visual es poco atractivo.
C.-Para la reconstrucción total de la mama con C.D.A. y prótesis: : Es la situación más frecuente del uso de este colgajo. El tamaño de la prótesis elegida nos condicionará el volumen final de la mama. El músculo se limita a facilitar una cobertura alrededor del implante y a fijar el mismo en la pared torácica, de modo que quede a la altura y forma deseada; por último la isla de piel suple el defecto de la misma que se había producido por la amputación
Teniendo en cuenta que hay prótesis de diferentes diseños y proyecciones, se trata de escoger aquella que mejor se adapte al volumen de la mama contralateral. El recubrimiento con el músculo “protege” al implante, evita su extrusión y disminuye la formación de cápsula, proporcionando un tacto bastante natural de la neomama aunque ésta sea más “fría” que en la reconstrucción exclusiva con tejido autólogo